Blanes se halla en el extremo sur de la Costa Brava, a la izquierda del río Tordera. El Turó del Vilar, con 269 m, y el monte de Sant Joan, con 166 m, son sus cotas máximas. El clima es suave, atemperado por la proximidad del mar, con una temperatura media anual de 16 ºC.
La franja costera de Blanes cuenta con una amplia playa de arena, playa S’Abanell i pequeñas calas, cala Sant Francesc, Sa Forcanera i Treumal.
Blanes cuenta con dos de los más bellos e interesantes jardines botánicos de Europa.
El Jardí Botànic Mar i Murtra fue fundado en 1924 por el biólogo alemán Karl Faust. Exhibe una colección de cerca de 4000 especies de todo el mundo y ocupa un total de 15 ha, de las cuales son visitables cinco, cultivadas en función de un excelente plan didáctico. Cuenta, además con un banco de semillas, herbario, biblioteca, invernaderos, campos de experimentación y estación meteorológica.
El Jardí d’aclimatació Pinya de Rosa, fundado en 1945 por el Dr. Fernando Riviere de Caralt, cuenta con más de 7.000 especies. Sus colecciones de los géneros Agave, Aloe, Iucca y Opuntia están consideradas entre las mejores a escala internacional.
Lo mismo ocurre con el Concurs Internacional de Focs d’Artifici de la Costa Brava, espectáculo pirotécnico que el visitante no debe perderse si recala en Blanes durante la celebración de su Fiesta Mayor, la última semana de julio.
Como población costera y centro turístico afamado, a Blanes no le faltan las terrazas en el paseo marítimo ni los locales nocturnos.
Blanes también cuenta con una gran oferta comercial; con mercado semanal los lunes por la mañana, y un mercado diario de fruta y verdura.
Los amantes de los deportes náuticos encontrarán todo tipo de facilidades para practicarlos en la marina de Blanes.
Si se quiere disfrutar del paisaje marítimo, es muy recomendable seguir el camino que conduce a la cala de Sant Francesc, situada detrás del puerto.
Blanes es conocido como el Portal de la Costa Brava, un lugar en el que puedes disfrutar de los primeros kilómetros de un paisaje natural abrupto y espectacular que se extiende hacia el norte, y que alberga un montón de lugares de interés para visitar.
Siguiendo el camino de ronda de Blanes, podemos explorar la línea de la costa y descubrir muchos de estos puntos turísticos.
Durante las primeras horas de la mañana, visitamos el Jardín Botánico Marimurtra y disfrutamos de una gran variedad de plantas exóticas y paisajes espectaculares. Más tarde, subimos hasta el Castillo de Sant Joan de Blanes para contemplar la vista panorámica sobre el pueblo y la línea de la costa que nos regala este imponente monumento histórico. Hacia el mediodía bajamos hacia la playa de Blanes, una extensa playa de arena dorada perfecta para un refrescante baño y para comer en uno de los muchos restaurantes que podemos encontrar cerca.
Por la tarde, visitamos la Cala de Sant Francesc, un pequeño rincón con aguas cristalinas ideal para relajarnos o hacer snorkel. Justo antes de cenar, podemos completar la jornada turística, visitando algunos de los monumentos históricos que encontramos en el centro de Blanes, como la impresionante Font Gòtica o la Iglesia de Santa Maria de Blanes.